Los trabajos con jornadas nocturnas o sobreexigidas pueden afectar el bienestar de los colaboradores en distintas aristas. En el siguiente artículo te contamos los puntos que se deben tener en cuenta para lograr una distribución de turnos acorde a la biocompatibilidad.
La falta de sueño -en cantidad y calidad- genera diversos problemas en el organismo, tanto a corto como a largo plazo. Por eso, es crucial que exista una distribución de la jornada equilibrada y que siempre resguarde la integridad de las personas.
Los turnos 24/7 pueden representar un riesgo, debido a que los seres humanos,a diferencia de las máquinas, no evolucionamos para trabajar de noche. Hacerlo va en contra de nuestra biología o "Ciclo Circadiano", provocando fatiga en nuestro cuerpo, es decir, una disminución de nuestras capacidades físicas y mentales.
Qué es la biocompatibilidad
Para que un turno no ponga en riesgo al trabajador, debe ser biocompatible. Esto quiere decir compatible con la biología humana, que le permita descansar correctamente evitando la acumulación de fatiga. Hay distintos factores que se deben tener en cuenta al momento de estructurar turnos de conducción. Al pasarlos por alto, es muy posible que se produzca fatiga con todas las consecuencias asociadas.
En términos generales, quienes duermen pocas horas y/o tienen un sueño de mala calidad, están afectando su sistema glinfático, el cual se encarga de eliminar las toxinas del cerebro.
Puntos para tener en consideración:
Reloj biológico: Los seres humanos contamos con un reloj biológico que es parte de nosotros, lo queramos o no. De hecho, entre las 3 y 6 am las personas tienen hasta 15 veces más probabilidades de sufrir un accidente. Lo que ocurre es que cuando comienza a oscurecer, este reloj biológico empieza a producir Melatonina, hormona que induce el sueño, con lo que se disminuye el nivel de alerta.
Deuda del sueño: Para entender este concepto debes saber que existe una diferencia entre oportunidad de descanso y sueño obtenido. Por lo general se cree que si un trabajador de turno nocturno tuvo suficientes horas consecutivas de descanso, se encargó de dormir las horas correspondientes y está listo para la siguiente jornada. Sin embargo este supuesto suele estar equivocado, y es debido a que a los seres humanos nos cuesta mucho dormir durante el día debido a la ausencia de Melatonina (la luz es un inhibidor de esta hormona). Esto es complejo para quienes trabajan de noche, ya que después de varias jornadas de trabajo, sus cuerpos tendrán una importante deuda de sueño que incrementará el nivel de fatiga.
Desincronía del sueño: Como el reloj biológico es sensible a sufrir muchos cambios en los horarios de trabajo, los patrones de sueño se pueden alterar, desencadenando problemas como el insomnio. Para muchos trabajadores esto genera dificultades para dormir, y en caso de hacerlo, lo hacen por periodos cortos. Esta desincronía del sueño también se conoce como el 'jet-lag camionero'. En ese sentido es clave la comunicación y que no teman que el empleador lo discrimine al presumir algún problema médico o, peor aún, que no le asignen más viajes.
Presión del sueño: Cuando una persona cambia de un turno diurno a uno nocturno, los riesgos de sufrir un accidente aumentan considerablemente. ¿Por qué? Principalmente porque deben adaptarse al nuevo horario soportando muchas horas despiertos, lo que genera mayor fatiga y aumenta las probabilidades de quedarse dormido. La presión del sueño es común, por ejemplo, en conductores que trabajan en turnos rotativos. Si un conductor con un turno diurno de 6 días, luego tiene un día de descanso y luego pasa a conducir otros 6 días con turno nocturno, es muy probable que el primer día de turno nocturno no esté adaptado. Esto hará que se disparen las probabilidades de sufrir un accidente.
¿Cómo deben ser los turnos para que no afecten la salud y bienestar de los colaboradores?
Como pudiste ver en el blog ¿Cómo prevenir accidentes laborales provocados por fatiga humana?, muchas veces la estructura de turnos no permite eliminar la fatiga. Por esto, las empresas deben poner especial cuidado en administrarla correctamente para minimizar la accidentalidad.
Si te preguntas cómo organizar los turnos de trabajo, hay diversas medidas que se pueden poner en práctica para mitigar los riesgos cuando no son biocompatibles:
- Evitar que los trabajadores operen entre las 3 y 6 am. De hacerlo, capacitarlos adecuadamente en higiene del sueño.
- Cuando un trabajador va a empezar un turno de noche, se recomienda asignar jornadas más cortas los dos primeros días de trabajo.
- En un período de 7 días, el trabajador debe tener al menos dos noches consecutivas de descanso.
- Para jornadas nocturnas de larga duración es aconsejable que los trabajadores tomen descansos cortos, cada 90 minutos de trabajo.
- La hora de inicio de la jornada no debe variar más de dos horas con respecto al día anterior.
Ahora, ¿qué dicen las leyes laborales en Chile respecto de los turnos de noche?
Tal como se estipula en el Código del Trabajo, se considera trabajo nocturno aquel que es realizado entre las entre las 22 y las 7 am. No por nada, de este tipo de horario quedan excluidas las mujeres embarazadas, ya que la ley reconoce que puede ser complicado para su salud. Asimismo, la legislación se encarga de asegurar que las horas trabajadas permitan un descanso mínimo.
Conclusión
A pesar de que la regulación chilena apuesta por asegurar el descanso de los trabajadores, las empresas deben hacer especial hincapié en que éste sea realmente efectivo. La estructura de turnos nunca debe pasar por alto los 4 puntos mencionados y si es necesario se deben hacer esfuerzos para que los trabajadores entiendan lo importante que es la higiene del sueño y la confianza con los supervisores.