Lo lees en 4 min¿De qué se trata esta afección y cómo puede tratarse para que baje el rendimiento de un trabajador ni lo ponga en riesgo? A continuación te contamos los detalles.
Como bien sabes, un trabajador fatigado puede implicar un riesgo para sí mismo y/o terceros y una disminución de la productividad de la operación. Pero, ¿qué ocurre cuando esa fatiga es crónica? ¿Qué puede hacer el trabajador y la empresa en estos casos?
Anteriormente abordamos las diferencias entre la fatiga física y mental. Pero el panorama puede complicarse si se trata de una mezcla de ambas y más aún, de un problema que se sostiene en el tiempo.
Primero, para entender cómo superar los problemas que trae el síndrome de fatiga crónica (o encefalomielitis miálgica), primero hay que entender que el tratamiento no es tan sencillo como parece. Según Mayo Clinic, se trata de “un trastorno complicado que se caracteriza por fatiga extrema que dura al menos seis meses y que no puede explicarse por completo por una afección médica subyacente. La fatiga empeora con la actividad física o mental, pero no mejora con el descanso”.
Hasta hoy no existe certeza sobre qué causa el síndrome de fatiga crónica, pero las teorías apuntan a motivos como las infecciones virales, problemas del sistema inmune, desequilibrios hormonales, trauma físico o estrés psicológico. Incluso, podría deberse a una combinación de factores. Asimismo, el diagnóstico suele iniciarse con el descarte de otros problemas de salud que tienen síntomas similares. Por ejemplo, trastornos del sueño, anemia, diabetes, tiroides hipoactiva, depresión y ansiedad, entre otros.
Algunos síntomas son un sueño no reparador; problemas de memoria, enfoque y concentración; y mareos que empeoran cuando la persona pasa de estar acostado o sentado a estar de pie. Y otros menos predecibles como dolor de garganta o de cabeza, agrandamiento de los ganglios linfáticos del cuello o las axilas, dolor muscular o articular sin explicación. Ante lo incierto que es este síndrome, las personas deben estar atentas a estas señales. Si sientes que son persistentes o excesivas, debes consultar a un médico
¿Cómo se trata la fatiga crónica?
Tal como explica este artículo del CDC de Estados Unidos, no hay una cura o un tratamiento aprobado para la fatiga crónica. Sin embargo, algunos de los síntomas pueden ser tratados o manejados. En la mayoría de los casos el tratamiento puede dar alivio de esos síntomas. Asimismo, hay otras estrategias que pueden resultar útiles, como aprender nuevas formas de manejar la actividad.
En el caso de síntomas como la depresión o el dolor, pueden ser tratados con medicamentos (antidepresivos o analgésicos), pero en otros casos se puede abordar con terapia, medicina alternativa o incluso ejercicio físico. Todo dependerá de las dolencias que experimenta cada persona.
Conclusión
Independientemente del motivo por el cual se produzca la fatiga en los trabajadores, esta representa un riesgo para su integridad y la de quienes lo rodean. Si bien, los aspectos de salud son responsabilidad de cada persona, debe ser parte de la cultura corporativa promover el autocuidado y una vida saludable. Asimismo, es importante que se entreguen espacios y facilidades para que los colaboradores estén en condiciones adecuadas para enfrentar la jornada laboral.
