Aunque las campañas de prevención o la legislación se enfoca muchas veces en evitar el consumo de alcohol y drogas antes de manejar, hay otro factor a tener en cuenta al estar tras volante: el cansancio. Un conductor fatigado puede ser tanto o más peligroso que uno ebrio.
Debido a condiciones como turnos extensos, transportistas y operarios de maquinaria pesada sufren las consecuencias del cansancio, donde estar al volante puede ser mortal. Por eso, controlar la fatiga y saber cómo reaccionar a tiempo cuando un conductor se enfrenta a ella es clave para el resguardo de la seguridad vial de todos. Pero, ¿en qué influye la fatiga?
Disminución de capacidades físicas y mentales
La capacidad de responder a estímulos y la agudeza de los sentidos se ven afectados al estar cansados, tal como sucede cuando se está bajo estado de ebriedad. Sin embargo, cuando se ha bebido, la sensación es de alegría, mientras que un conductor fatigado (ya sea esto un hábito o no) no tendrá forma de encarar los obstáculos que se le presenten. Según especialistas en sueño, pasar 24 horas sin dormir equivale a tener .10 de alcohol en sangre, lo que demuestra lo peligroso que puede ser estar en este estado al mando de un automóvil.
La posibilidad de dormirse y cómo prevenirlo
Según encuestas, un 60% de los conductores ha admitido conducir con sueño o fatiga, mientras que otro porcentaje a admitido dormirse al volante. Esta posibilidad, que es más común cuando se tiene sueño que cuando se está ebrio, es uno de los mayores peligros.
Distinto es el caso de trabajadores, transportistas y operarios de maquinaria pesada quienes deben permanecer largas horas al volante. Un descanso óptimo y una buena gestión de descanso puede prevenir accidentes, donde es clave seguir un patrón de comportamiento:
- Dormir las horas adecuadas
- Programar paradas y descansos
- Evitar largas distancias
- Alimentarse correctamente
Si se viaja en auto por muchas horas, promover el cambio de chofer o las pausas para dormir. Evitar manejar largas distancias solo también es importante, ya que así es como generalmente ocurren los accidentes donde hay un conductor fatigado.
Ser consciente de las horas de sueño que se necesitan, tanto al pensar en uno mismo como en los demás, es fundamental para prevenir accidentes. De nada sirve salir temprano para evitar el tráfico si el conductor va a estar fatigado. Además si se va a conducir de madrugada, especialmente entre 2 y las 6 de la mañana cuando la necesidad de dormir aumenta, programar detenciones y oportunidades para tomar siestas.
A diferencia del alcohol, es difícil determinar si alguien maneja sin haber dormido lo suficiente, ya que no existe una prueba estándar para detectarlo. Para combatir este fenómeno, existen varias acciones que se pueden tomar para evitar accidentes y resguardar la seguridad de peatones y trabajadores. Una buena opción es participar de jornadas educativas y capacitar a los conductores en gestión de fatiga humana.
Según la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren 1.3 millones de personas en accidentes de tráfico, ya sea por negligencia, cansancio u otros factores. Hablar de vialidad en cualquier ámbito siempre será beneficioso para prevenir y concientizar.