El transporte esta presentando un serio desafío a nivel mundial, siendo el rubro con las mayores tasas de lesiones y muertes en el trabajo. Chile no se queda atrás, además de ser el país con los peores indicadores de accidentes viales de la OCDE, el transporte representa la principal causa de muertes y lesiones en el trabajo con un 64% de los casos durante el año 2016, según datos de la Mutual de Seguridad.
El papel de la fatiga
Múltiples estudios demuestran que entre un 30% a 47% de los accidentes de vehículos pesados (camiones y buses) están relacionados a la fatiga, y más de un 31% de los accidentes fatales están relacionados a la somnolencia.
Se entiende por fatiga una disminución de las capacidades motoras y tiempos de reacción a momento de interactuar con la vía y sus usuarios, equivalente a estar borracho. La somnolencia se produce cuando nuestro cerebro se desconecta de su tarea de conducir y pierde la conciencia, generando fatales consecuencias.
¿Cómo identificarla?
La primera estrategia para prevenir la fatiga al volante y sus fatales consecuencias es conocer los síntomas de esta para así poder tomar medidas efectivas y evitar un accidente.
Conoce a continuación como actúa la fatiga en nuestro cuerpo para entender cómo detectarla:
VISTA:
-Visión borrosa que genera problemas para enfocar objetos en el campo visual o disminución de la agudeza en la vista.
-Se aumentan el número y la duración de los parpadeos provocando que tus ojos se cierren durante más tiempo, siendo un indicador claro de cansancio al volante.
-En el caso de fatiga elevada, pueden aparecer incluso ilusiones ópticas como brillos, luces, sombras o deformaciones en la carretera.
AUDICIÓN:
-La persona puede experimentar reacciones bruscas y exageradas ante algunos sonidos repentinos, como frenar bruscamente al oír el sonido de un claxon.-La sensibilidad auditiva disminuye, lo que puede provocar distracción ante información sonora que te llega del tráfico y de tu propio vehículo.
SENSACIONES CORPORALES:
-pesadez, dolores de cabeza o migrañas, sensaciones de presión, dolores de espalda y nuca que incomodan la conducción o incluso aparecen hormigueos, picores y calambres en brazos y piernas.
MOVIMIENTOS:
-El conductor experimenta movimientos más lentos, menos precisos y eficaces. Disminuye el número de maniobras que realizas y aparecen indicadores claros y primarios de fatiga: cambios de postura con frecuencia, bostezos, estiramientos, acomodos en el asiento, movimientos de las manos o conductas lúdicas (cantar, silbar o juguetear con los dedos sobre el volante).
COMPORTAMIENTO:
-Aparece la desgana al volante conduciendo de una forma más automatizada y sin una concentración total.
-Asumes más riesgos y no eres tan crítico con tu forma de conducir. Pueden aparecer situaciones de ansiedad e irritabilidad al volante.
TOMA DE DECISIONES:
-Recoges información de menor cantidad y calidad sobre el ambiente debido a las alteraciones en la vista y en el oído descritas anteriormente.
-El conductor puede malinterpretar la información de tráfico tomando decisiones erróneas y peligrosas al volante.
Ante este tipo de síntomas y sensaciones corporales lo mejor es que el conductor sepa que medidas debe tomar, Conoce en nuestro Ebook a continuación las principales medidas para aumentar los niveles de alerta en la conducción