Hoy la tecnología está a favor, por lo que puedes contar con medidas predictivas y reactivas que impidan que tu empresa y colaboradores tengan que sufrir las consecuencias. Te invitamos a revisarlas a continuación.
La fatiga se entiende como una disminución de las capacidades físicas y mentales, afectando el procesamiento de información y a la memoria, por lo tanto, empeora los tiempos de reacción de las personas.
Como explica la Revista de Seguridad Minera, la fatiga es un indicador de que algo debe ser atendido, tanto por el bien de los trabajadores como de la organización. Las consecuencias de no hacerlo pueden repercutir en la salud y bienestar de las personas y su entorno; así como también en la capacidad y eficiencia productiva, costos sociales y económicos.
Por ejemplo, tal como vimos en el blog Conoce 3 accidentes laborales que se producen por errores humanos, conducir fatigado se compara con hacerlo en estado de ebriedad, lo que aumenta exponencialmente las probabilidades de quedarse dormido.
En el caso de los eventos de somnolencia en el transporte de carga y pasajeros, pueden generar consecuencias de alta severidad o fatales. Tanto los conductores como los posibles pasajeros y/o terceros presentes en la vía, están expuestos a un alto riesgo.
Es por esto que detectar el estado físico y mental de los trabajadores y tomar acciones para disminuir el riesgo, debe ser prioridad en los programas de prevención de riesgos en las operaciones de industrias 24/7. Tenemos que entender que los seres humanos, a diferencia de las máquinas, no estamos hechos para trabajar en turnos que desafían la biología humana.
Para prevenir accidentes, se han tomado distintas medidas que han ayudado a disminuir el riesgo. Justamente gracias a la tecnología, capacitaciones y buenas prácticas, las empresas han logrado ser más seguras.
Por el lado tecnológico, se han desarrollado herramientas reactivas que, por ejemplo, detectan cuando una persona está teniendo un evento de microsueño con lo que se logra reaccionar y salvarlo de un accidente. También hay otras que pueden anticipar un evento de fatiga mediante modelos predictivos o dispositivos que miden el estado físico y cognitivo del trabajador antes de ingresar a su jornada laboral.
Revisémoslas a continuación:
Nuestro cuerpo posee un ciclo circadiano, el cual consiste en las oscilaciones de las variables biológicas en intervalos regulares de tiempo. Estas oscilaciones, también llamadas ‘ritmos circadianos’, son cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo diario, y responden, principalmente, a la luz y oscuridad, afectando el ciclo del sueño, la secreción hormonal, la temperatura corporal, la digestión y otras funciones del cuerpo.
Al considerar estos factores, podemos entender mejor el comportamiento de las personas sujetas a determinados tipos de turnos. ¿Por qué? Porque hoy existen modelos biológicos matemáticos que simulan el nivel de alerta de las personas y la fatiga que éstas acumulan según cómo duermen. Esto es clave porque si somos capaces de conocer los horarios de los trabajadores, entonces podremos predecir la fatiga que acumulan utilizando sus horas de servicios
Los eventos de fatiga durante el trabajo permiten entrenar los modelos predictivos de fatiga. Así el modelo mejora su capacidad predictiva, y por consecuencia preventiva.
Gauss Control particularmente ha desarrollado 4 modelos predictivos de fatiga:
Actualmente la industria ha dado importantes avances. Por ejemplo, existen sensores que pueden alertar estados críticos en los trabajadores como episodios de microsueño.
En el caso de trabajadores que conducen, estos sensores pueden identificar cuando se están quedando dormidos. De esta manera, generar acciones inmediatas como activar una alarma o incluso sacudir el asiento del conductor.
Si bien esta solución puede ayudar a prevenir accidentes graves de manera inmediata, no garantiza que el trabajador no tenga otro evento de microsueño en los próximos minutos. De hecho es muy probable que ocurra.
Los predictores de somnolencia permiten anticipar, minutos u horas antes, un evento de microsueño.
No hay una única manera para hacerlo, por ejemplo existen bandas que se colocan en la cabeza y leen la actividad cerebral de los trabajadores identificando patrones de somnolencia, o bien otras tecnologías que monitorean el parpadeo de los ojos y responden antes que el conductor se quede dormido.
Si bien estas medidas no esperan a que ocurra el evento de microsueño, como es el caso de los detectores de somnolencia, tampoco corrigen el problema de fatiga, ya que siguen siendo una medida reactiva (responden a los factores de una ocasión particular sin considerar la historia del trabajador).
Toda empresa 24/7 debe enfocarse en resolver los problemas de fatiga de raíz. Es importante considerar que hay soluciones que pueden lograr que el trabajador reaccione ante eventos de microsueño, estas no mejorarán la estructura de turnos o evitarán que el trabajador desempeñe sus labores.
Por lo tanto, la recomendación es buscar una asesoría completa que permita obtener herramientas tanto predictivas como reactivas.