Cuando los niveles energéticos de una persona se encuentran en optimo nivel, su parpadeo dura menos de un segundo. Si tarda más es posible que el individuo se encuentre cansado y con algo de somnolencia, por otra parte, si la duración es dos segundos o más es signo de que se encuentre fatigado y con sueño atrasado, por lo que es posible que sufra un microsueño en cualquier momento.
Así mismo, un parpadeo constante, ojos resecos o rojos y bostezos son señales de que el conductor se encuentra fatigado y, por seguridad, no puede operar ninguna unidad de la flota de transporte.
Una persona alerta es conversadora, animada y amable. Mientras que un individuo agotado, seguro lo hemos notado, se muestra callado, distante e incluso un poco irritable.
También debemos tener presente que alguien con fatiga se mostrará torpe y lento al moverse. Además, suele frotarse cara y ojos constantemente.
La fatiga y somnolencia en las personas hace que tengan problemas de concentración y pensamientos desorientados. Por eso podemos detectarla en el conductor hablándole de temas que requieran su atención o cierto nivel de trabajo mental. Si no puede seguir coherentemente el hilo de la conversación, está cansado.
Alguien cansado y con sueño tiene una capacidad de reacción mínima. Lanzarle de repente un objeto al conductor para que lo atrape puede darnos señales de su estado al respecto.
La fatiga puede producir visión borrosa e incluso dificultades para enfocar objetos en el campo visual. Por eso, una prueba de agudeza visual puede ser la clave para detectar el estado de alerta y energético del conductor. Por fortuna, hoy en día en la web se pueden encontrar varios test de este tipo que facilitan el trabajo.
Si el conductor se sienta en un buen sofá a ver televisión o leer y empieza a bostezar, cabecear o parpadear, no necesitamos más pruebas de que tiene mucho sueño atrasado. Peor si, en dichas condiciones, se queda dormido.
Desde hace unos años es posible conseguir en el mercado herramientas digitales para detectar hasta con 80% de precisión la fatiga y el adormecimiento al volante. Pero se trata de un método a utilizar cuando la unidad ya se encuentra en carretera.
Este tipo de sistemas utilizan cámaras y sensores instalados en el volante y en la silla del piloto para monitorear el comportamiento del conductor y el funcionamiento de su cuerpo. Así las cosas, lanzan señales de alerta si detectan anomalías como bajas en la presión cardíaca, parpadeo lento, bostezos o cabeceo constante.
Para evitar problemas de fatiga y somnolencia es importante planificar muy bien las rutas, de tal modo que los conductores no tengan que pasar horas de más al volante buscando, por ejemplo, donde pasar la noche y también dejar espacio para que puedan tomar siestas energéticas si no es posible acortar el tiempo de las jornadas.